miércoles, 22 de junio de 2011

Las cinturas de los hombres podrían ser la clave de la salud.

101 cm (40 pulgadas) ponen a la mayoría de hombres en la zona de riesgo de enfermedades graves, advierten expertos.
Imagen de noticias HealthDay 
 Los hombres pueden obtener beneficios significativos de salud vigilando el tamaño de su cintura, y si es necesario, perdiendo grasa abdominal, según la Asociación Estadounidense de Dietética (American Dietetic Society).
"Igual de importante que conocer las cifras de presión arterial, colesterol, glucemia y peso, los hombres deben saber la circunferencia de su cintura. Así que saque una cinta y mídase", aconsejó el dietista registrado y vocero de la ADA Jim White, en un comunicado de prensa de la asociación.
Para un hombre promedio, una cintura de 101 cm (40 pulgadas) lo pone en la "zona de riesgo de enfermedades", advirtieron los expertos.
A diferencia de la grasa en otros lugares del cuerpo, la grasa abdominal excesiva aumenta el riesgo de problemas de salud de un hombre, como diabetes, enfermedad cardiaca y algunos tipos de cáncer. Esta grasa que rodea los órganos internos se conoce como grasa visceral.
Para medir correctamente la cintura, rodee la cintura natural con la cinta medidora sobre la piel desnuda, un poco por encima del ombligo en la parte más estrecha del torso. No sostenga la cinta demasiado floja ni demasiado apretada, aconsejó White.
"Comer mejor, reducir los niveles de estrés, participar en actividad física y dormir por lo menos de siete a nueve horas cada día puede ayudar a mantener la cintura de un hombre bajo control", afirmó en el comunicado de prensa el dietista registrado y vocero de la ADA Manuel Villacorta.
Villacorta sugirió reducir el tamaño de las porciones, beber menos alcohol y hacer ejercicio con regularidad.

La buena crianza de papá podría ayudar a que sus hijas eviten las conductas sexuales arriesgadas.

La calidad, y no la cantidad, de tiempo que se pasa con el padre es más importante para las niñas, sugiere un estudio


Las hijas de papás que tiene buenas habilidades de crianza son mucho menos propensas a participar en conductas sexuales arriesgadas, halla un estudio reciente.
"Cuando se trata de las niñas y sus decisiones sobre el sexo, resulta que la influencia del papá realmente importa", aseguró en un comunicado de prensa de la Universidad de Arizona el autor líder Bruce J. Ellis, de la Facultad Norton de Ciencias de la Familia y el Consumidor de la universidad.
Ellis y colegas evaluaron 59 parejas de hermanas en familias en que los padres se habían divorciado y el papá se había mudado, y 42 parejas de hermanas de familias intactas. En las niñas de padres divorciados, las hermanas mayores pasaron en promedio siete años más viviendo con sus papás que sus hermanas más pequeñas, anotaron los autores del estudio.
"Resulta que no importaba cuánto tiempo cada hija había vivido con su papá, sino más bien lo que él hacía mientras estaba ahí", comentó Ellis en el comunicado de prensa.
Aunque vivir por más tiempo con un papá que proveía una crianza de alta calidad redujo las probabilidades de conductas sexuales arriesgadas en las hijas, pasar más tiempo con un papá con malas habilidades de crianza en realidad aumentaba la conducta sexual arriesgada, encontraron los investigadores.
Las conductas sexuales arriesgadas incluían tener sexo sin condón, tener varias parejas sexuales, tener sexo mientras estaban borrachas, y quedar embarazadas antes de los 19.
El estudio se publicará en una próxima edición de la revista Development and Psychopathology.