Filosofia.

Platón. Kant. Nietzsche. Karl Marx.
Platón
Platón describió[4] en su alegoría de la caverna un espacio cavernoso, en el cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.
Ver artículo es este enlace...http://es.wikipedia.org/wiki/Alegor%C3%ADa_de_la_caverna.
Si quieres más información y eres estudiante para la PAU...http://auladefilosofia.net/2008/10/28/texto-pau-platon-el-mito-de-la-caverna/
Platón nació en Atenas, (o en Egina, según otros, siguiendo a Favorino), probablemente el año 428 o el 427 a. c. de familia perteneciente a la aristocracia ateniense, que se reclamaba descendiente de Solón por línea directa. Su verdadero nombre era Aristocles, aunque al parecer fue llamado Platón por la anchura de sus espaldas, según recoge Diógenes Laercio en su "Vida de los filósofos ilustres", anécdota que ha sido puesta en entredicho. Los padres de Platón fueron Aristón y Perictione, que tuvieron otros dos hijos, Adimanto y Glaucón, que aparecerán ambos como interlocutores de Sócrates en la República, y una hija, Potone..
Ver enlace...http://www.webdianoia.com/platon/platon_bio.htm o también...http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Platon/Principal-Platon.htm


Kant
A la edad de 46 años, Kant era un conocido erudito y un filósofo cada vez más influyente. Se esperaba mucho de él. Como respuesta a una carta de su alumno Markus Herz, Kant llegó a reconocer que en la Disertación inaugural no había logrado dar cuenta de la relación y conexión entre nuestras facultades intelectuales y sensibles. También reconoció que David Hume le despertó del «sueño dogmático» (alrededor de 1770). Kant no publicó ningún trabajo de filosofía en los once años siguientes.
Kant dedicó su década silenciosa a trabajar en una solución para los problemas planteados. Aunque amante de la compañía y la conversación, Kant se aisló, pese a los intentos de sus amigos de sacarle de su aislamiento. En 1778, en respuesta a una de esas peticiones de un antiguo alumno, Kant escribió:
Cualquier cambio me hace aprensivo, aunque ofrezca la mejor promesa de mejorar mi estado, y estoy convencido, por este instinto natural mío, de que debo llevar cuidado si deseo que los hilos que las Parcas tejen tan finos y débiles en mi caso sean tejidos con cierta longitud. Mi sincero agradecimiento a mis admiradores y amigos, que piensan tan bondadosamente de mí hasta comprometerse con mi bienestar, pero, al mismo tiempo, pido, del modo más humilde, protección en mi actual estado frente a cualquier alteración.[5]
Cuando Kant salió de su silencio en 1781, el resultado fue la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft). Aunque hoy sea reconocida unánimemente como una de las más importantes obras en la historia de la filosofía, fue ignorada en el momento de su publicación inicial. El libro era largo, más de 800 páginas en la edición original en alemán, y escrito en un estilo seco y académico. Fue objeto de pocas reseñas, las cuales, además, no concedían importancia a la obra. Su densidad hacía de ella un «hueso duro de roer», oscurecida por «...toda esta pesada telaraña», según la describió Johann Gottfried Herder en una carta a Johann Georg Hamann.[6]
Ver más en ...http://es.wikipedia.org/wiki/Immanuel_Kant
La Crítica de la razón pura
Está dividida en dos grandes secciones: la «Doctrina trascendental de los elementos» y la «Doctrina trascendental del método». A su vez, la «Doctrina trascendental de los elementos» se divide en dos partes: la «Estética trascendental» y la «Lógica trascendental», y esta última parte está subdividida en «Analítica trascendental» y «Dialéctica trascendental». Todo esto, sin embargo, va precedido por una importante introducción.

 Introducción

Kant abre la obra discutiendo la posibilidad de la existencia de juicios sintéticos a priori, juicios que agregan nueva información (donde el predicado «no está contenido» en el sujeto) y que son de carácter universal y necesarios; es decir, anteriores a cualquier experiencia.
La existencia de juicios sintéticos a posteriori es innegable. Son los juicios fácticos, empíricos y por tanto contingentes. Lo que quiere hacer Kant es trascender la gnoseología de Hume de cuestiones de hechos y relaciones de ideas (juicios sintéticos a posteriori y juicios analíticos a priori) y superar la metafísica dogmática de los racionalistas.
Kant comienza la obra aceptando la existencia de juicios sintéticos a priori en la física y la matemática; entonces existen esos juicios. Lo que va a indagar es «cómo son posibles esos juicios» cuya existencia es, según él, «obvia». Para, a partir de esa investigación, ver si es posible la existencia de este tipo de juicios en la metafísica (lo cual tendrá una respuesta negativa).
Cabe decir que, si bien la parte donde «muestra» cómo son esos juicios sintéticos a priori en las matemáticas es correcta, la parte sobre la existencia de esos mismos juicios en la física es, a criterio de una gran cantidad de críticos (Korner, Romeo & Molina, Martin, etc.) bastante dudosa.

 Doctrina trascendental de los elementos

En esta primera parte, Kant argumenta que todo conocimiento requiere la concurrencia de dos facultades radicalmente heterogéneas de la mente: la sensibilidad y el entendimiento. Por la primera los objetos nos son dados, mientras que por la segunda éstos son pensados.

 Estética trascendental

 Lógica trascendental

La lógica trascendental es la segunda parte en la cual está dividida la Crítica de la razón pura. En esta sección se parte afirmando que el conocimiento surge de dos fuentes, que tienen relación con la capacidad que se tiene de recibir representaciones, a lo que Kant llama receptividad, y la otra es la facultad que tiene un sujeto de conocer un objeto a través de tales representaciones. Kant indica que a través de la primera se nos da un objeto y a través de la segunda lo pensamos.
Hay que notar que Kant llama entendimiento a la capacidad que tiene el sujeto de producir espontáneamente estas representaciones en su mente, o la misma receptividad del entendimiento respecto a su capacidad de atenderlas (representaciones). Kant también en el inicio de la lógica trascendental hace una diferenciación clave entre su lógica (la trascendental) y la lógica general, apuntando que esta última obedece al esclarecimiento de la forma en que un sujeto tiene de pensar, es decir las reglas del pensamiento en general. En este sentido la lógica no arroja nada sobre el contenido del conocimiento sino más bien sobre las condiciones en las que conocemos, condiciones que llegan a ser completamente indiferentes al objeto en sí.
 Analítica trascendental
La analítica consiste en descomponer todo nuestro conocimiento a priori en elementos del conocimiento puro del entendimiento. Se sigue que el entendimiento puro se distingue incluso de la sensibilidad al ser éste el que provee las reglas básicas mediante las cuales un sujeto conoce un objeto determinado de la experiencia. Kant indica que la descomposición de los contenidos del conocimiento, es una capacidad misma del entendimiento que le sirve a si misma para poder investigar la eventual existencia de conocimiento a priori.
La base del entendimiento está dada por los conceptos, esto es que todo conocimiento se funda en conceptualizaciones varias, de carácter discursivo y no intuitivo. Estos conceptos se fundan en la espontaneidad del pensamiento, y el juicio es el conocimiento más mediato que puede tenerse de un objeto. Kant es claro al indicar que es posible reducir todos los actos del entendimiento a juicios, por lo que el conocimiento mismo vendría siendo la capacidad de juzgar que tiene el sujeto.
] Dialéctica trascendental

 Doctrina trascendental del método

En la segunda parte de la Crítica de la razón pura se determinan las condiciones formales del sistema completo de la razón pura
Texto de la Crítica de la razón pura para Pau...http://auladefilosofia.net/2008/10/28/texto-pau-kant/

Resume
Es junto con la independencia y la libertad una de las características esenciales de un ciudadano de un estado. Responde a la libertad legal de no obedecer jamás una ley a la que no hayamos dado previamente nuestro consentimiento, es decir, que quienes obedezcan las leyes deben ser los autores directos o indirectos de las mismas. El estado debe garantizar este principio y posibilitar la coexistencia de las libertades individuales a través del derecho político y la existencia de la autonomía jurídica individual con la defensa de la voluntad general del pueblo.
CONTRATO SOCIAL: expresión que alude al pacto mediante el que hipotéticamente las personas decidimos crear un estado civil, para salir del estado de naturaleza en el que vivíamos antes. Para que las pasiones violentas de los hombres sean contrarestadas con el poder del estado y que cada uno sea protegido legalmente y se le reconozca su propiedad. Lo que falta en el estado de naturaleza es la ley y así como la autoridad dotada del poder que haga cumplir las leyes. Por tanto solo el estado civil asegura el derecho público y mediante el poder que garantiza el cumplimiento de las leyes. El estado de paz no es un estado natural.
DERECHO DE GENTES: se debe basar en una federación de estados libres y este derecho rige las relaciones entre estados, para garantizar la paz. Es imposible obligar a los soberanos a formar parte de esta federación. Este derecho funciona como medio para que se abandone el estado de naturaleza y entren en la sociedad gracias al contrato social. La federación intenta evitar contiendas bélicas entre estados, solventándolas con un cuerpo de leyes. La guerra solo puede evitarse a partir de la creación de algún tipo de organización internacional para la paz.
DEMOCRACIA: forma de gobierno despótica, no existe separación de poderes ni representación política, ni se garantizan los derechos de libertad, igualdad y ciudadanía, la democracia es el peor de los despotismos. En la democracia el poder es detentado por el pueblo mediante sufragio. Por tanto existe una opresión de las mayorías sobre las minorías, porque nunca se alcanza la unanimidad.
DERECHO COSMOPOLITA: se define a partir de la hospitalidad universal, es decir, constituye el derecho de cualquier extranjero de no ser maltratado por presentarse en una sociedad distinta a la suya. Este derecho constituye una relación entre estados y entre ciudadanos, como miembros de una comunidad humana mundial. Podemos oponernos a que los extranjeros tomen posesión de nuestro territorio, pero nunca a que lo visiten.
ESTADO DE NATURALEZA: es el estado en el que se encuentra el hombre antes de la creación de la sociedad, es la ausencia de los principios jurídicos que regulan las relaciones entre individuos, por tanto es un estado salvaje, de libertad sin ley, un estado de guerra. La inseguridad en el estado no depende de que no haya en el ningún derecho, sino de que no hay en ese estado un derecho público, que cuente con el respaldo de un poder que haga cumplir las leyes. Un hombre en el estado de naturaleza es una amenaza.

Nietzsche

 
Friedrich Wilhelm Nietzsche (AFI ˈfʁiːdʁɪç ˈvɪlhəlm ˈniːtʃə) (Röcken, cerca de Lützen, 15 de octubre de 1844Weimar, 25 de agosto de 1900) fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX.
Realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental, mediante la deconstrucción de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó profundamente generaciones posteriores de teólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos, poetas, novelistas y dramaturgos.
Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo de la Ilustración, expresada en su observación «Dios ha muerto», de una manera que determinó la agenda de muchos de los intelectuales más célebres después de su muerte.
Si bien hay quienes sostienen que la característica definitoria de Nietzsche no es tanto la temática que trataba sino el estilo y la sutileza con que lo hacía, fue un autor que introdujo, como ningún otro, una cosmovisión que ha reorganizado el pensamiento del siglo XX, en autores tales como Michel Foucault, Jacques Derrida, Martin Heidegger o Deleuze entre otros.
Nietzsche recibió amplio reconocimiento durante la segunda mitad del siglo XX como una figura significativa en la filosofía moderna. Su influencia fue particularmente notoria en los filósofos existencialistas, críticos, fenomenológicos, postestructuralistas y postmodernos. Es considerado uno de los tres «Maestros de la sospecha» (según la conocida expresión de Paul Ricoeur), junto a Karl Marx y Sigmund FreudMientras un aire político era fácil de ver en los escritos de Nietzsche, su trabajo no está de ningún modo pensado para ser un panfleto político. La influencia que Nietzsche ejerció sobre la política de la "nueva derecha" fue realmente extensa. Afirmó que el poder de un sistema es signo de falta de integridad, no propuso un sistema de gobierno específico como solución, y nunca se vinculó a sí mismo con movimientos de masas, organizaciones sociales o partidos políticos. En este sentido, Nietzsche casi podría ser llamado un pensador anti-político. Walter Kaufmann enfatiza la visión de que el poderoso individualismo expresado en sus escritos sería desastroso si se practicara en las bases reales de los políticos. Escritores posteriores, guiados por la izquierda intelectual francesa, han propuesto maneras de usar la teoría nietzscheana en lo que se ha llegado a conocer como las políticas de diferencias, en especial formulando teorías sobre resistencia política y sobre diferencias sexuales y morales.
Revisando ampliamente los escritos de Kauffmann y otros, el espectro del nazismo ha sido hoy en día casi extinto de sus escritos. Nietzsche a menudo se refería como «el rebaño» a los participantes de los movimientos de masas que comparten una psicología común de la masa. Valoraba el individualismo y el lenguaje como obra común que nos construye, y era en especial opuesto a la pena y el altruismo, pero consideraba sus obras como regalos a la humanidad (una de las cosas que más detestaba de la cristiandad era su énfasis en la piedad y como esto supuestamente elevaba a los de mente débil). Despreciaba al Estado moderno, Nietzsche también habló negativamente de demócratas y socialistas y dejó claro que sólo ciertos individuos podían romper la moral del rebaño.
Al pueblo se refería como "perro de fuego". En Zaratustra desarrolla esta idea como fuerzas dinámicas de las que hay que tomar partido en el desarrollo histórico. El perro de fuego representa los ideales populares por diferenciarse de otros pueblos. En "De viejas y nuevas tablas" desarrolla también la idea de como ciertos valores morales acaban por ser institucionalizados en normas de domesticación y a eso llaman nacionalismo... ¡domesticar a favor del estado al perro de fuego que cometió esos desmembramientos de cabeza y dio su apoyo popular a Napoleón! Sólo el individuo alienado de las masas puede comprender su situación con respecto al resto.
Más en...http://www.webdianoia.com/contemporanea/nietzsche/nietzsche.htm

Karl Marx.
1. Biobibliografía fundamentalKarl Heinrich Marx nació en Tréveris, Renania el 5 de mayo de 1818. Hijo de judíos conversos a la Iglesia Evangélica Establecida, fue bautizado. Contemporáneo de Napoleón III, Richard Wagner, Alejandro II de Rusia, Fiodor Dostoievski, Pierre-Auguste Renoir y Federico Nietzsche.
En 1835 ingresa a la Universidad de Bonn y posteriormente a la de Berlín donde se adhiere a las tesis de los jóvenes hegeliano y a Bruno Bauer.
doctoral: Las diferencias entre los sistemas filosóficos de Demócrito y Epicuro (1841), Colabora en la revista Rhenische Zeitung que pasa a dirigir en 1842. Al año siguiente se casa con Jenny von Westphalen. Se traslada a París de donde es expulsado y se establece en Bruselas donde traba una amistad que dura toda la vida con Federico Engels. Escribe sus Manuscritos económico filosóficos (1844) donde expone un humanismo de nuevo , centrado en la autoapropiación del hombre por el hombre.
Escribe con Engels La Sagrada Familia (1845) y La Ideología Alemana (1845-1846) contra Feuerbach y los hegelianos de izquierda por idealistas. Escribe otros trabajos criticando a Bauer y Pierre-Joseph Proudhon. También redacta con Engels El Manifiesto Comunista (1848) donde lanza el conocido lema internacionalista: "¡Proletarios de todos los países, uníos!". Participa ese mismo año en la revolución alemana y , ante su derrota, se traslada de manera definitiva a Londres.
Redacta La Lucha de clases en Francia de 1848 a 1850, El 18 Brumario de Luis Bonaparte (1852) y posteriormente y La Guerra civil en Francia donde pone en su método de análisis político: el materialismo histórico. Escribe también diversos folletos como Trabajo Asalariado y Capital (1849).
Se dedica a profundos estudios de Economía Política y escribe Contribuciones a la Crítica de la Economía Política (1859), Fundamentos de la Crítica a la Economía Política, Salario, Precio y Ganancia (1865) y El Capital ( Tomo I, 1867; los tomos II y III se publicaron terminados por Engels después de la muerte de su autor) e Historia Crítica de la Teoría de la plusvalía (Tomos I y II).
A lo largo de su vida escribió numerosos artículos periodísticos y para revistas sobre diversos políticos y económicos, análisis y comentarios a acontecimientos políticos de Irlanda, Estados Unidos, México, India, España y otros países.
Participa en 1864 en la fundación de la Asociación de los Trabajadores que se rompió por las divergencias entre marxistas y anarquistas de Mijaíl Bakunin y en 1875 en la fundación del Socialdemócrata Alemán parra cuyos debates escribe, entre otros textos, Acotaciones al libro de Bakunin El Estado y la Anarquía (1873) y Glosas marginales al Programa del Partido Obrero Alemán (Crítica al de Gotha) (1875)
Su obra es filosófica, política y económica. Si vida fue consecuente con sus Tesis sobre Feuerbach (1845), : "El problema de si al pensamiento se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico...<2> Hasta el momento los filósofos no han hecho otra cosa que interpretar el mundo cuando de lo que se trata es de transformar <11>" en que sintetiza inicialmente, o más bien, propone sus tesis de ruptura con el idealista Hegel y el materialista Feuerbach en las cuales define la orientación de su pensamiento como para la revolución socialista-comunista.
En un uen folleto de divulgación sobre la obra de Marx, Fuentes y partes integrantes del marxismo, Vladimir Ilich Ulianov (Lenin) rastrea la genealogía del pensamiento de Marx: La filosofía alemana (fundamentalmente Hegel y Feuerbach), la de la lucha de clases y el socialismo utópico franceses y la economía política inglesa).
En un intento por sistematizarlo se ha acostumbrado dividir su pensamiento en Materialismo dialéctico y materialismo histórico, algunos separan del segundo su Crítica al sistema capitalista. Pero siendo el de Marx un pensamiento esencialmente crítico, no acabado y muy complejo, eso ha conducido, por un lado, a esquematizarlo y dogmatizarlo y, por otro, a que sus numerosos seguidores no se pongan de acuerdo en una interprtación única. Así nos encontramos con el leninismo, el kaustkismo, el maoísmo, el stalinismo, el luxemburguismo, el trabajo de Antonio Gramsci y de historiadores ingleses, y un sinnúmero de autores de diversa relevancia, como el húngaro György Lúkacs, el aleman Theodor W. Adorno y toda Escuela de Frankfurt, Karl Korsch, el francés Louis Althusser, el checo Karel Kosíck, el marxismo latinoamericano (Carlos Mariátegui, los teóricos de la dependencia: Ruy Mauro Marini, Teotonio dos Santos y Vania Banbirra, Fidel Castro, Ernesto Che Guevara, etcétera, etcétera, etcétera), y otras muchas vertientes.
Como un esfuerzo por anotar algunas otras (arriba mencionamos varias relevantes) de sus tesis las mencionaremos sólo de manera enunciativa, sin jerarquizar y concientes de que su pensamiento es integral e interconectado: no es la conciencia de los seres humanos lo que determina su ser sino el ser social el que determina la conciencia; a Hegel y las leyes de la dialéctica (unidad y lucha de contrarios, negación de la negación, del cambio cuantitativo al cambio cualitativo) había que ponerlos de pie, partiendo de lo real-material; la religión es el opio del pueblo; el pensamiento se eleva de lo abstracto a lo concreto que es síntesis de múltiples determinaciones, se trata de una construcción dialéctica entre el sujeto y el objeto; la determinación, en última instancia, del desarrollo social es la estructura económica; el estado es un instrumento de dominación de la clase dominante sobre las clases subalternas; el núcleo del capitalismo es la extracción de plusvalía generada por el proletariado mediante la utilización de la fuerza de trabajo.
2. El Capital.Pasaremos ahora a reportar el estudio y la reflexión suscitada por el estudio de los primeros capítulos del primer tomo de su obra cumbre El Capital. Crítica de la Economía Política.
Prólogo a la 1ª edición.
Expone los antecedentes y define a la obra como continuación de Contribución a la Crítica de la economía política de 1859 y explicita su objetivo: "investigar el régimen capitalista de producción y las relaciones de producción y circulación que a él corresponden... nos interesa más bien estas leyes de por sí, estas tendencias". La finalidad última es "descubrir la ley económica que preside el movimiento de la sociedad moderna... (bajo la concepción de que) el desarrollo de la formación económica de la sociedad es un proceso histórico-natural".
Postfacio a la 2ª edición.
Aquí cita a M. Block, quien en página y media sintetiza magistralmente el método dialéctico aplicado a la Economía Política. Conviene leerlo y releerlo varias veces.
3. Mercancía y dinero.La Mercancía.
Los dos factores de la mercancía: valor de uso y valor.
(Sustancia y magnitud del valor)
La riqueza de las nacionesse expresa en mercancías atendiendo a su calidad y cantidad.
La utilidad de un objeto lo convierte en valor de uso.
Valor de cambio: a primera vista es una relación cuantitativa; proporción en que se cambio un valor de uso de una clase por otro.
Si prescindimos del valor de uso, sólo conservaremos una cualidad: ser producto del trabajo.
Valor de cambio: materialización de trabajo humano abstracto.
Magnitud de valor: cantidad de trabajo socialmente necesario ... para su producción. Por lo tanto cambia al cambiar la productividad, la materia prima, los instrumentos de producción y la capacidad del trabajador.
Doble carácter del trabajo representado por la mercancía.
Productor en el mismo acto de valor de uso y de valor de cambio.
La forma del valor o valor de cambio.
Valor de mercancía: relación de valor entre dos mercancías, donde la primera funciona como forma relativa del valor y la segunda como forma equivalente.
Forma simple, concreta o fortuita de valor.
Los dos polos de la expresión del valor: forma relativa del valor y forma equivalencial.
La forma relativa del valor.
Contenido de la forma relativa del valor.
Valor de una mercancía se expresa en el valor de uso de otra; por ser conmensurables y comparables son reducidas a la misma unidad.
Determinabilidad cuantitativa de la forma relativa del valor.
La forma equivalencial.
La posibilidad de cambiarse directamente por otra mercancía.
No encierra ninguna determinación cuantitativa de valor... el valor de uso se convierte en forma o expresión de su antítesis, o sea del valor.
Trabajo concreto se convierte en expresión de trabajo humano abstracto. El trabajo privado pasa a ser trabajo social.
La forma simple del valor, vista de conjunto.
"Sólo en una época histórica dada de progreso, aquella que ve en el trabajo invertido para producir un objeto de uso una propiedad "materializada" de este objeto o sea su valor, se convierte el producto del trabajo en una mercancía".
4. Comentarios.Hace aproximadamente 25 años estudié por primera vez el primer tomo de El Capital. Desde entonces no lo había vuelto a leer ordenadamente. Volví a él intermitentemente para consultar diversos aspectos. Cuando dejé de estudiar sistemáticamente economía y de realizar análisis e historia económica, me alejé físicamente de él. Sin embargo ha sido en estos años la base teórica fundamental de mi accionar político.
Ahora, a los cincuenta años, cuando vuelvo a él, después de la caída del Muro de Berlín, la desaparición del COMECON y el derrumbe del campo socialista; después de una autocrítica y una difícil revisión de los postulados de Marx en la que he tratado de rescatar lo que sigue siendo válido, me es grato constatar que más allá de los errores teóricos y la práctica antidemocrática de algunos de sus seguidores, de las tendencias de origen modernista con su optimismo histórico y a concebir el cambio histórico hacia el socialismo y el comunismo como inmediato, necesario e irreversible el pensamiento de nuestro autor alemán sigue teniendo un enorme grado de validez. Sobre todo en lo que respecta al método de análisis sociopolítico y en materia del funcionamiento, generación y cambio del sistema económico.
A esto último se dedica El Capital, la obra cumbre que desentraña el modo de producción capitalista. Comprenderlo sigue siendo necesario para entender el mundo que vivimos actualmente. Con la perspectiva que da la madurez redescubro lo sólido, sistemático, acucioso y detallista que es el análisis crítico que realiza Carlos Marx en la obra cuyo estudio iniciamos en este primer curso sobre Materialismo histórico. Se trata de una obra en crítica no sólo del modo de producción capitalista, sino también en crítica científica a los diversos estudios que sobre el mismo se habían realizado en el mundo hasta el segundo tercio del siglo XIX y, más aún, realizado con una profunda indignación por los estragos que dicho modo ocasiona y produce en las sociedades.
Pero no se deja llevar en El Capital por las emociones de tal manera que le obnubilen el cerebro, ni siquiera en su impactante capítulo XXIV del primer tomo. Con honestidad reconoce el origen de sus planteamientos en autores que lo antecedieron, pero recoge el pensamiento acertado económico anterior para reconsiderado con la luz de la dialéctica y bajo nuevas precisiones y consideraciones reorganizarlo en un nuevo paradigma.
Es notorio cómo al ir confeccionando las páginas de El Capital tiene como texto espejo el de La Riqueza de las naciones de Adam Smith, la obra clásica reivindicadora del capitalismo. Su práctica teórica es como toda su vida desde joven, de lucha por desenmascarar la falsa conciencia, las ideas erróneas y la ideología que tratan de justificar un orden dado. Y es el alimento de su crítica práctica del mismo sistema.
Bajo el manejo de una terminología hegeliana, a veces tediosa y difícil, empieza, en las páginas cuya lectura reporto, por el análisis del núcleo en que se encuentra fundado el capitalismo: la mercancía con su doble carácter: de valor de uso y de valor de cambio, qué es lo que se lo da: el trabajo humano concreto y el trabajo humano abstracto, cómo están relacionados y cómo se pueden asumir de manera relativo o equivalencial para medirlos cuantitativamente aunque guarden un contenido cualitativo.
Cita críticamente las fuentes primeras de estos planteamientos, acude a los datos más alejados de toda sospecha, no prescinde de ningún aspecto a considerar. Hasta parece que es demasiado lento en su acercamiento que, en momentos, se vuelve redundante. Todo ello en aras de la precisión, la objetividad y no dejar ningún resquicio por el que se logre colar alguna duda o un error, ni siquiera un matiz que induzca a ello.
Le permitirá así develar la esencia de la explotación capitalista, la extracción de plusvalía del fruto del la mercancía fuerza de trabajo y la contradicción específica entre las relaciones de producción capitalista y el desarrollo de las fuerzas productivas.
Más adelante veremos cómo este método expositivo y analítico le da una solidez al texto que lo hace válido en mucho más que en lo fundamental más de cien años después, que sienta las bases para la comprensión y crítica del desarrollo del modo de producción capitalista y los cambios que ha sufrido en esos años para convertirse a principios del siglo XX en imperialismo, y, hoy, en nuestros días, en neoliberalismo. Por supuesto que los estudios de Marx terminan con su muerte y el capitalismo ha seguido evolucionando. Calificarlo cómo el único texto para entender el capitalismo sería un error grave, pero prescindir de él sería un error catastrófico brutal.
Se trata, así pues, de un texto de economía, pero también de un texto que da sustento a una teoría y concepción de la historia y el cambio social, y, principalmente, a un accionar político para la transformación de la sociedad en una sociedad más acorde con la naturaleza humana.
 
Metafísica, antropología, filosofía de la economía, ética, filosofía política, sociología...
    No existe Dios y existe el mal. Comprender la existiencia del mal, su expresión psicológica (el sufrimiento) y su expresión social (la injusticia), y todo ello desde la idea de que sólo existe lo finito, esta es la tarea de Karl Marx. Desde su juventud, Marx creyó que la filosofía era imprescindible para ofrecer un buen diagnóstico del mal humano y favorecer un tratamiento o cura del mismo. Entenderá Marx que el sufrimiento humano, en lo fundamental, tiene causas sociales, está ligado a la alienación, a la explotación economica que una clase social infringe a otra. Naturalmente, dada esta comprensión del problema, la cura vendrá con el cambio revolucionario de las relaciones económicas de la propiedad. La filosofía debe ser práctica, dirá Marx, y colaborar en este afán por la autodeterminación de las personas, por su libertad. Es pronto aún para saber si a Marx le corresponde el mismo rango en la historia de la filosofía que a Platón, Aristóteles, Descartes o Kant, pero no hay duda de que su filosofía es imprescindible para comprender el pensamiento y las transformaciones sociales y políticas del siglo XX.