miércoles, 22 de junio de 2011

La buena crianza de papá podría ayudar a que sus hijas eviten las conductas sexuales arriesgadas.

La calidad, y no la cantidad, de tiempo que se pasa con el padre es más importante para las niñas, sugiere un estudio


Las hijas de papás que tiene buenas habilidades de crianza son mucho menos propensas a participar en conductas sexuales arriesgadas, halla un estudio reciente.
"Cuando se trata de las niñas y sus decisiones sobre el sexo, resulta que la influencia del papá realmente importa", aseguró en un comunicado de prensa de la Universidad de Arizona el autor líder Bruce J. Ellis, de la Facultad Norton de Ciencias de la Familia y el Consumidor de la universidad.
Ellis y colegas evaluaron 59 parejas de hermanas en familias en que los padres se habían divorciado y el papá se había mudado, y 42 parejas de hermanas de familias intactas. En las niñas de padres divorciados, las hermanas mayores pasaron en promedio siete años más viviendo con sus papás que sus hermanas más pequeñas, anotaron los autores del estudio.
"Resulta que no importaba cuánto tiempo cada hija había vivido con su papá, sino más bien lo que él hacía mientras estaba ahí", comentó Ellis en el comunicado de prensa.
Aunque vivir por más tiempo con un papá que proveía una crianza de alta calidad redujo las probabilidades de conductas sexuales arriesgadas en las hijas, pasar más tiempo con un papá con malas habilidades de crianza en realidad aumentaba la conducta sexual arriesgada, encontraron los investigadores.
Las conductas sexuales arriesgadas incluían tener sexo sin condón, tener varias parejas sexuales, tener sexo mientras estaban borrachas, y quedar embarazadas antes de los 19.
El estudio se publicará en una próxima edición de la revista Development and Psychopathology.

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